Esteban Sanchez.

20 mar 2015

juegos

 

 

 

 

 

 

 

autorretratos hechos bajo la condición de que cada dibujo no dure mas de un minuto en su elaboración, 

"me gusta lo impuro, lo imperfecto, porque lo impuro vive. En él hay mil posibilidades en conflicto”[1]. -Soy como el actor o la actriz de la telenovela que enamora tarde tras tarde a las amas de casa, a las guisas[2], a los desamparados, a los vírgenes o a los incautos. Soy más que un número de cédula,  más que un nombre y un apellido. Soy  un atuendo,  un sonido, un olor. Soy un rol. Soy una responsabilidad y  un deber. Soy  una facción, una función. Soy borracho,  un cura, un guayabo. Soy asfalto, abstención, cigarros prendidos. Soy música, violencia, temor, desespero, soledad, Soy computador, celular, audífonos. Soy esto, así no sea solo eso-.

       -Es la extrañeza de mi reflejo, mi posibilidad de ser; encuentro en esta catarata un abismo por llenar, pero también una seguidilla de circunstancias únicas que me hacen ese, que me hacen esas máscaras o esas puertas de par en par-.




[1] Theodor Dreyer, Carl, citado en Amoros (2005) Abismos de la mirada, Página 35. 
[2] Adagio popular colombiano que hace referencia a las empleadas de servicio.

No hay comentarios.: